martes, 26 de julio de 2011

miércoles, 13 de julio de 2011

ENSAYO By. Eva Sierra

¿LO QUE FALTA ES AMOR?, ENTONCES FALTA TODO


Muchos son los problemas que durante las diferentes épocas, la Iglesia de Cristo ha tenido que enfrentar. Desde la persecución de los primeros cristianos, pasando por la corrupción que vulgarmente se introducía, hasta la degradación más aguda que quizá haya vivido la misma, la cual es en nuestros días.

Y como yo muchas veces apunto: “Todas estas cosas (aunque tristes y dolorosas) tienen que acontecer para que se cumpla la palabra de que la apostasía se hará presente, y así la venida del Señor estará más cerca.

Pero??? Y que pasa con el remanente?, que sucede acaso con aquellos que de corazón desean guardarse para el Señor, buscarle y adorarle en espíritu y en verdad y servirle?. Aquellos que a pesar de sus deseos se debaten día a día en un mundo que no es de ellos, y el cual no es el mundo del impío, es el mundo de los mismos “hermanos” de los que han sido adoptados por el mismo Padre.

Bueno, pues a la Iglesia, no le queda más si no levantarse con fuerza en los últimos tiempos, adueñarse de la palabra, equiparse con ella y enfrentar cualquier cosa a la luz de la misma. Es tan importante volver a lo básico de la doctrina, a dar respuesta a aquellas necesidades que día a día se viven.

Hoy, nos enfrentamos a tantas cosas; cada quien ve la Iglesia a su acomodo, bajo una óptica tan subjetiva, olvidando que aquello que nos hace perennes es y estar en un solo sentir, en un mismo parecer, mirando todos a Cristo como único centro de nuestro existir personal y comunal.

Tantas y tan diferentes doctrinas, tantas y tan diferentes denominaciones, tantos y tan diferentes “ministerios”, tantos y tan diferentes corazones, y el Señor Uno solo es. Él esperando esta a que volquemos hacia su ser nuestra mirada y allí enfoquemos nuestra visión para siempre.

Pero como conseguimos el mirar a Cristo bajo una misma perspectiva cuando cada persona es un mundo???. Cuando cada quien lo puede percibir según su experiencia personal tan diferente del otro???.
El mismo dejo la solución, el amor. Fuera de Él nada existe, por que Él mismo es Amor y fuera de Él nada es. Cuando podemos ver al otro tras el destello del amor que es el mismo Cristo podemos ver que aquello que lo hace diferente a mi no es tanto, porque en el fondo todos tenemos la misma necesidad; esa necesidad imperante de salvación.

Y en estos tiempos, como haces falta amorcito… en medio de este caos donde el evangelio se vende al mejor postor como cualquier artículo de subasta, donde la teología del gato inunda los pulpitos y los mensajes de comodidad y bendición son el pan de cada día, es aquí donde ese remanente que es digno de llamarse Iglesia, debe impactar la sociedad con el Amor. Pero no como cualquier movimiento hippie de determinada época, ni pensando en el como si fuese un sentimiento, el Amor más bien como una actitud y una manera de actuar que aunque mi orgullo y mi ego me digan una cosa ese amor que decido dar hace otra.

El amor me permite entender cuando otro cae; me permite ser misericordioso con él y ayudarlo a levantar, a que vuelva a sentirse en casa, a ayudarle a restaurar lo que creía perdido, o a mantenerse en Dios si algo perdió, me permite disciplinar, me permite actuar de manera justa y ética y tener un equilibrio entre lo que Dios me regala y la manera en como yo lo puedo administrar.

El amor nos reúne, para compartir como hermanos, con alegría, con respeto, con generosidad, nos ayuda a fortalecer los lazos de familiaridad que existen entre los hijos de Dios.
Aun por amor, muchas veces soportamos la aflicción ya que sabemos que esta nos permitirá a futuro levantar a otros que pasen por lo mismo.

El amor nos permite estar en pie, para esperar la venida de Nuestro Señor Jesucristo, porque, ¿Que es aquello que nos motiva a permanecer si no es el amor que tenemos hacia nuestro Señor y el anhelo ante su regreso? Por eso nos esforzamos, en vivir una vida santificada para el Señor, en todas las áreas en la espiritual, en la familiar, en la social y hasta aun en la laboral para que si viene hoy podamos partir con Él para siempre. Y aun cuando no viniese hoy, poder ser testimonio a los hermanos de cuál debe ser la vida que debemos llevar delante de Dios que sea de su agrado, y para también poder estar alerta y estar preparados, porque estos tiempos son malos, tiempos donde se levantan falsos maestros, falsas enseñanzas que buscaran desviar de la verdad a los escogidos. Y no necesariamente con gran algarabía y pompa, si no de la manera más suspicaz y de perfil bajo posible, mezclándose entre las cosas más cotidianas de la vida. Entonces debemos estar alerta, buscando que la palabra de Dios sea glorificada y trabajando mientras el Señor regresa.

Ahora bien, difícil es en nuestro medio detectar estos vestigios de falsas doctrinas?, bueno creo que no, porque el Señor nos ha dado instrucciones de cómo se dirige un verdadero siervo de Él, un verdadero ministro de su pacto. Trabajando diariamente con la ayuda del Espíritu Santo nosotros mismos podemos ir perfeccionando nuestro carácter con el objetivo de dar un buen testimonio a todos y de mantener la línea correcta, aquella a la cual el Señor nos ha demandado. Tratando de hacer bien nuestro trabajo, esforzándonos por ser diligentes, para agradar a aquel que nos ha elegido.

Para que con denuedo nos podamos levantar en medio de aquellos que hoy se alzan, haciendo alardes de ellos mismos, de su egocentrismo, de su vanagloria, y en medio de este ambiente cargado de mezquindad e hipocresía podamos decir he aquí tu remanente se mantiene por amor de tu nombre.

Y como lograremos esto? Pues lo derrotaremos con las armas contrarias con las que ellos combaten, si ellos son falsos, son mentirosos, son detractores, engañadores, nosotros seremos rectos, verdaderos, fieles al Señor y a su palabra.

Así mantendremos a muchos y ganaremos a otros. Llevaremos la Gloria del Señor a quienes no la tienen y podremos rescatar del engaño a quien en él se mueve.