viernes, 31 de agosto de 2007

CAMINO A LA EXPERIENCIA.




Llegar a tener una experiencia con DIOS no puede ser en si mismo lo único que nos mueva a buscarle, por que no estamos “en busca del tesoro perdido”, ni mucho menos buscando “la dimensión desconocida”, el desear tener un encuentro con DIOS va mas allá de la simple experiencia, estamos en busca de lo único que nos va a dar la satisfacción plena de llegar a DIOS mismo, ¿que es eso que buscamos?, la respuesta esta en tu corazón, por lo menos en el mió, hay algo que salta y dice Quiero encontrar a DIOS y nunca mas dejarle, Jesús el Cristo, por que Jesús hay muchos, pero Cristo solo uno, MI salvador JESUCRISTO, a El sea la gloria, la honra y el honor por lo siglos de los siglos, perdón por el pequeño desvió, pero no puedo pensar en DIOS y no adorar y alabar a quien me permitió volver al Padre, este JESÚS estando aca en la tierra declaro abiertamente que el tenia un propósito definido para con nosotros y que El lo cumpliría a cabalidad, y así lo hizo, Uds. me van a perdonar pero no puedo pasar por alto esto que voy a escribir y los voy a poner a leer Biblia, pero allí están las pistas, los rastros de pan que DIOS nos dejo en el camino para que lo encontráramos.


JESÚS hablando con el padre le dijo:

Joh 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
Joh 17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
Joh 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Joh 17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
Joh 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
Joh 17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.
Joh 17:7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
Joh 17:8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Joh 17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,
Joh 17:10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
Joh 17:11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Joh 17:12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
Joh 17:13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
Joh 17:14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Joh 17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
Joh 17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Joh 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Joh 17:18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Joh 17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Joh 17:20 Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
Joh 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Joh 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Joh 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
Joh 17:24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Joh 17:25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
Joh 17:26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

No podemos dejar de pensar que es lo que JESÚS le estaba pidiendo al padre, a primera vista salta la idea que JESÚS le estaba pidiendo a DIOS que se hiciera cargo de nosotros ya que el estaba de partida, había llegado la hora de regresar a casa, JESÚS anhelaba regresar para estar al lado del PADRE, pero antes tenia que pasar por la única “Terminal” construida para ese viaje interplanetario, interestelar, ¡oh que aventura¡ podría pensar alguno, el problema no esta en el viaje, ni en el destino, lo que nos tenemos que detener a ver es el vehiculo por el que debía pasar JESÚS para hacer el viaje de regreso, LA CRUZ, Jesús sabia que no era muy largo el viaje de regreso al Padre, el sabia que al llegar allí, PAPA lo estaría esperando con los brazos abiertos y Su TRONO CELESTIAL estaria listo a SU diestra, ¡pero la CRUZ! amigos, ese vehiculo era muy incomodo, muy doloroso, y sobre todo muy “matador”, no habían asientos reclinables, no había aire acondicionado, no tenia vista panorámica del universo y lo peor de todo; solo tenia espacio para una persona, (Espero que se estén imaginando la escena de CRISTO en la cruz) si este vehiculo que llevaba esperando miles de años para ser estrenado, estaba destinado para que JESÚS subiese en el, y Mi CRISTO estaba dispuesto a viajar en el. Pero en esta oración de JESÚS que leímos anteriormente no hay petición alguna de cambio de planes, ni de cambio de vehiculo; lo único que JESÚS le pide al PADRE es que NOSOTROS LE CONOZCAMOS, ahora podemos empezar a entender cual es el objetivo primario que JESÚS debía alcanzar mientras estuvo acá en este mundo, que le conozcamos a ellos, por consiguiente, que conozcamos SU REINO, y en este momento nos deberíamos detener a pensar, si JESÚS hizo este viaje, para darnos a conocer al PADRE y que llegásemos a ser UNO con EL, así como JESÚS es UNO con su PADRE, ¿cual debe ser nuestro verdadero y principal anhelo al desear una experiencia con PAPA? ¡ojo¡ siempre que pensemos en esto, no debemos quitar la vista del vehiculo de regreso, por que si JESÚS llego a la tierra en una “Nave” muy cómoda y tibia, nuestra mirada debe estar en el “único” vehiculo que abrió la ruta de regreso para nosotros, es por esto que, para que nosotros podamos llegar a donde PAPA, indefectiblemente debemos ir a la “Terminal” al CALVARIO, GÓLGOTA, ¡pero un momento!, no vamos a encontrar ninguna “nave” disponible, ¡claro que no!, la única que había ya fue usada y créanme no se necesita otra de esas, por que no hay otro ser en el universo que pueda soportar pasar por allí, entonces ¿en que vamos a viajar a la presencia del PADRE?, muy fácil; miremos alrededor de donde estuvo la “nave”(CRUZ), es mas, miremos un poco mas abajo, ¿que vemos?, parece que es un rastro, como si la “nave” (CRUZ) hubiera dejado unas marcas, pero esas marcas son rojas, es una delicada y profunda línea color ROJO CARMESÍ, parece sangre, ¡SI es sangre¡; allí esta el rastro, allí esta la ruta para ir donde el PADRE, la SANGRE DE CRISTO es ahora nuestra vía de salida, el dejo la “Terminal” vacía, y dejo los tiquetes pagos, ahora para ir donde el PADRE y tener una experiencia con EL, obligatoriamente tenemos que pasar por allá, y estando en el CALVARIO, nos tendremos que “untar” la sangre de CRISTO que es el pasaporte y tiquete para ir al PADRE.

Gracias a este sacrificio se nos abrió la puerta, se nos mostró la ruta para que todos, léanme bien, todos, regresemos a casa, y en la oración de JESÚS podemos entender claramente que eso es lo que EL desea, que seamos uno con EL, así como JESÚS es uno con su PADRE, que tengamos la vida eterna, y esta no es otra sino conocerle, ¿saben porque?, cuando logramos llegar a la presencia de DIOS, y experimentamos Su presencia, cuando tenemos una experiencia REAL, RADICAL y TRANSFORMADORA con DIOS, no hay ruta de vuelta, no hay manera de regresar a lo mismo, ya no se puede ser igual, -eso fue algo que se me olvido contarles- cuando les hablaba de la ruta que Jesús abrió para ir al Padre, no dejo ruta de regreso, su sangre la borro, la desapareció y no dejo mapa, bueno, para unos podrá ser fatal esta idea, porque ¿si me aburro allá?, ¿sino puedo hacer lo que yo quiero?, ¿si no estoy dispuesto a abandonar lo que “tengo” acá?, te lo digo de una vez y clarito, si no estas dispuesto a dejarlo todo, óye bien, dejarlo todo, no vayas mejor, -por que otro detallito que se me paso por alto – no puedo estar pendiente de todo – es que en la Terminal no hay espacio para “MALETAS”, no se puede llevar equipaje, porque a donde vamos no necesitamos llevar nada, solo nosotros, es por esto que no hay ruta de escape, no hay camino de regreso, el que quiere llegar al PADRE tiene que estar dispuesto a quedarse allí para siempre, dejar de ser, y pasar a ser quien DIOS quiera que sea. Jesús nos dejo una pequeña idea sobre esto, el dijo “El que quiera ganar la vida, la perderá, pero el que pierda la vida por su causa, la ganara”.

Entonces, para que maletas, para que equipaje, para que regalos, para que “DONUTS”, no amigos, para ir al PADRE no necesitamos nada, dejemos todo en la “TERMINAL CALVARIO – GÓLGOTA” allí es donde debemos vaciarnos y despojarnos de lo que no nos deja elevarnos a nuestra casa, ¡la presencia de DIOS!, y estando allí en “CASA” les aseguro sin temor a equivocarme, que encontraremos todo lo que necesitemos, allí tenemos posición, allí tenemos reconocimiento, allí tenemos posesiones, allí tenemos “COSAS” para lo que nos gusta tener cosas, pero lo que mas tenemos y lo que mas deberíamos desear tener es: SU PRESENCIA, SUS MANOS, SU ROSTRO, SU BOCA, SUS OÍDOS, SU CORAZÓN. Si tenemos a DIOS les aseguro lo tenemos todo.

Es un camino no apto para débiles, no apto para cardiacos, aquellos que sufren del corazón y lo dejan en donde mejor se sienten, es un viaje sin retorno, pero con un final lleno de todo lo bueno que Ud. se pueda imaginar, es un camino no apto para indecisos, no es apto para inconstantes, cuando empezamos a transitar esta vía hacia la experiencia con DIOS, no hay tiempo de mirar atrás, no hay espacio para las dudas, no hay nada mas que pueda llenar el corazón, lo único que queda es lo que hay al frente, créanme; al principio adelante no se vera nada, todo parecerá vació, oscuro y frió, pero cuando se sostiene el paso, cuando se hace un esfuerzo por llegar, cuando se demuestra valentía y osadía, ¡ahhh mis amigos!, lo que se siente es indescriptible, no hay palabras en el diccionario de la real academia de la lengua española, inglesa, francesa, china, japonesa o la que sea, para poder describir lo que es sentir la MISMA PRECENSIA DE DIOS, es algo que estremece el cuerpo, el alma y el espíritu, sentir que uno esta próximo a DIOS, hace que todo cambie, toda nuestra vida entera cambia cuando sabemos que estamos por llegar a EL.
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lunes, 27 de agosto de 2007

BUSCANDO LA EXPERIENCIA.

BUSCANDO LA EXPERIENCIA:

Pero como podemos tener una experiencia con Dios? Podríamos tomar como base los ejemplos bíblicos, la palabra del Señor esta llena de experiencias, la gran mayoría de los Hombres que DIOS uso para desarrollar su plan en el mundo tuvieron una EXPERIENCIA con DIOS o con su presencia, ¿Acaso hay alguna diferencia? Obvio que si, no es lo mismo encontrarse con DIOS a sentir la presencia de DIOS, lo primero conlleva necesariamente a un encuentro personal, pero partiendo de una búsqueda, el sentir su presencia parte de una decisión de DIOS de dejarse sentir o una manifestación de El, en medio de la adoración o alabanza de su pueblo, ¿que nos decían nuestros padres cuando estábamos insoportables e inquietos? EL QUE BUSCA ENCUENTRA, NO BUSQUE LO QUE NO SE LE HA PERDIDO, BÚSQUEME Y ME ENCUENTRA. Acaso estas palabras de un padre de familia advirtiendo a sus hijos, sobre alguna consecuencia en el caso que nos estuviésemos comportando mal, todo llevaría a una reprensión o “paliza” por no obedecer las ordenes de nuestros padres. Estas palabras, en un sentido espiritual, son las que DIOS nos dice para animarnos a Buscarlo, no con el fin simplemente de recibir disciplina o reprensión (Aunque muchas veces lo merecemos) el fin o propósito de DIOS con instarnos a buscarlos es para que lo encontremos, para enseñarnos sus “PARA QUE”, o me van a negar que lo primero que le preguntamos a DIOS cuando vamos a su presencia es “POR QUE” (Por que me pasa esto a mi?, Por que permites que me pase esto?, Por que, por que por que) esta es una de las causas por las cuales DIOS guarda silencio y solo nos deja sentirlo, por que queremos siempre respuestas a lo que la soberanía de DIOS hace, siempre nos preocupamos por saber EL PORQUE de las cosas, para a su vez buscar la solución fácil a lo que nos pasa, pero pocas, muy pocas veces nos preocupamos en el PARA QUE, y es muy fácil determinar esta inclinación nuestras hace lo fácil, queremos saber el PORQUE para evadir responsabilidades y justificarnos en nuestras humanidad, pero no nos preocupamos por el PARA QUE (propósito) por que esto conllevaría a mirarnos a nosotros mismos y darnos cuenta de lo que tenemos que desprendernos para que el propósito se cumpla, es decir, no queremos soltar lo que nos da la comodidad de no hacer nada y queremos que DIOS haga por nosotros, pero DIOS esta dispuesto a revélanos los PARA QUE, pues así y solo así, nos ponemos en disposición de dejarnos transformar.

Bueno, para tener una EXPERIENCIA o ENCUENTRO con DIOS necesariamente nos tenemos que poner insoportables, inquietos, desesperantes, hasta llevar a DIOS a desesperarse con nuestra intensidad por el deseo de encontrarlo, lo que necesariamente lo llevaría a dejarse ver. El Señor DIOS TODO PODEROSO le dijo a Jeremías, que EL se dejaría encontrar por todo aquel que le busque, pero no con una búsqueda mediocre y simplona, es con una búsqueda de todo corazón, lo que lleva a DIOS a sentir el desespero del que le busca, así es posible que se deje hallar. Pero la búsqueda de esa experiencia no puede partir de un capricho del alma, mucho menos de una angustia por solucionar una necesidad o dolor, la búsqueda tiene que surgir de una desesperación, una angustia, un sentimiento de vació, el cual, solo puede llenarse con DIOS mismo, es decir, no podemos buscar a DIOS solo para que nos solucione nuestros problemas, no le podemos buscar solo para que nos de y nos supla nuestras necesidades, no le podemos buscar solo para que haga un milagro en medio nuestro, el propósito de la búsqueda es para conocerle a EL, para verle a El, para sentirlo a EL, para que mi corazón entre dentro de SU corazón, para que mis ojos (así sean los espirituales) le vean, para que mis manos le toquen, la búsqueda tiene que tener como fin principal VERLO, TOCARLO, SENTIRLO, LLEGAR A EL.

¿Pero que estoy diciendo?, si DIOS es espíritu, ¿como podría un ser humano osar tocar, ver, o sentir el rostro de DIOS? Bueno, siento desilusionarlos pero no tengo respuesta para eso, lo único que puedo decir, es que solo aquellos atrevidos y osados hombres que no se dejaron llevar por pensamientos y sentimientos humanos y almaticos lograron este fin, es que para llegar a EL hay que ser osado, atrevido, romper todos los paradigmas mentales, que bloquean el accionar del espíritu que anhela fervientemente encontrarse con DIOS, nuestra naturaleza humana siempre va a dejarse llevar por lo que la carne le indica, y obligatoriamente nos llevara hacia sus deseos y pasiones, pero nuestro espíritu, un espíritu libre y limpio, siempre nos guiara hacia la búsqueda de AQUEL que tiene la capacidad de llenarlo y dejarlo VIVO para siempre.

Volvamos un momento a la pasión y los deseos, como se dijo antes la pasión es un Motor, que mueve los DESEOS, eso quiere decir que si el motor esta funcionando a toda maquina llevara a cumplir los DESEOS, pero el asunto es determinar claramente que pasión mueve que deseos. Este autodiagnóstico no suele ser fácil de hacer, ya que tendríamos que desbaratar todo el armazón del carro para llegar al centro del motor y ver que es lo que lo mueve, al desarmarlo, muchas piezas empiezan a verse deterioradas, rotas, secas y hasta dañadas, duele hacer este trabajo, por que mirarnos a nosotros mismos y descubrir que no somos tan santos como creíamos, que no oramos todo lo que deberíamos, que no escudriñamos la palabra como se debe, que no deseamos lo puro, justo y santo, que no cumplimos en obediencia lo que se nos ordena y que DIOS no esta en el centro de ese motor, entonces nuestra vida queda al descubierto, nos damos cuenta que no vamos en el camino correcto, que este carro va en sentido contrario, la buena noticia es que los frenos están funcionando perfectamente y tenemos tiempo de detenernos antes de llegar al precipicio.

Reconocer cuales son nuestros verdaderos deseos y determinar que pasión los mueve, es la oportunidad perfecta para que DIOS empiece a hacer la obra transformadora en nosotros, es allí donde nos vaciamos delante de EL, y quedamos expuestos para ser llenados nuevamente, pero esta vez tenemos que tener mucho cuidado con lo que vamos a DESEAR, la pasión esta llena de DIOS para empezar a mover nuevos deseos, pero esos deseos tienen que estar determinados a llegar a esa experiencia RADICAL, REAL y TRANSFORMADORA con DIOS mismo.

Continuara…….

miércoles, 22 de agosto de 2007

PASION + DESEO = ¿ABSTINENCIA? O REALIZACION





PASIÓN + DESEO = ¿ABSTINENCIA? O REALIZACIÓN

Pasión: la pasión es aquel motor que tenemos dentro de nuestra alma que nos mueve a hacer algo que deseamos con tanta fuerza que hacemos todo lo que esta a nuestro alcance y con todas nuestras fuerzas para lograrlo,
La pasión tiene en si misma un peligro, el deseo, y cuando hablamos de “deseo” nos damos cuenta de cuan vulnerable es nuestra alma, por que estamos expuestos a dejarnos llevar por “nuestras pasiones y deseos” y eso incluye el pecado.
Cuando analizamos nuestra vida, nos damos cuenta que siempre nos hemos movido por un deseo que puede ser superficial o profundo, muy intenso, desde niños hasta adultos, nuestros deseos nos mueven,
Deseamos crecer, deseamos estudiar, deseamos trabajar, deseamos estabilidad, deseamos una mujer, deseamos hijos, deseamos dinero, deseamos casa propia, deseamos carro (ojala ultimo modelo), deseamos hijos, y por consiguiente nuestros hijos desearan algo.

Bueno, acá es donde nos vamos a dar cuenta, que somos vulnerables a nuestras pasiones y deseos, si nuestra pasión se concentra en alcanzar esos deseos que tenemos en nuestra alma, todas las capacidades que tenemos dentro se aplican para conseguirlo, y ahí es donde empieza la pasión de la vida, nos apasionamos por el estudio para ser alguien en la vida, nos apasionamos por el trabajo para conseguir la estabilidad económica, nos apasionamos con una mujer para conseguir la familia, nos apasionamos por el dinero para conseguir la casa y el carro, nos apasionamos por mas dinero para darle a nuestros hijos lo mejor de lo mejor, y todo eso esta muy bien, excelente, si logramos eso se podría decir que somos personas exitosas, y hasta alguna admiración despertaremos en alguien. Pero; si una o varias de esas pasiones no es suficiente para alcanzar lo deseado? Si no se pudo estudiar lo que se deseaba, sino lo que se pudo, si no se consiguió el trabajo estable y elevado, sino que ofrecieron un cargo medio bajo, si la mujer que se consiguió falla o no alcanzo el amor para mantener viva la pasión?. Cuando la vida rompe de una manera tan tajante esa pasión al no conseguir lo que se deseaba, el alma sufre, se duele, se entristece, se aflige y llega a resentirse, nuestros sentimientos se afectan al no conseguir lo que se deseaba, y el hombre o la mujer apasionada por la vida, se descontrola y se desconcierta, en ese momento somos presas fáciles de los malos deseos y las pasiones desordenadas, empiezan a llegar a la mente y al alma de la persona confundida una serie de eventos y oportunidades que hacen que las decisiones sean equivocadas. Pero no podemos confundirnos, estando en lo mas alto, habiendo alcanzado todo lo deseado, somos ya no presa fácil de los malos deseos y las pasiones desordenadas, ahora seremos blanco de ellos, por que el que desea que todo lo bueno se convierta en malo, que todo lo alcanzado se pierda o se le atribuya a el, estará haciendo todo lo posible por desordenar los deseos y adulterando la sana pasión.
En este momento de la vida, el ser humano necesita alguien que lo guíe, que lo acompañe, que lo ayude, que lo fortalezca. Son muchas las teorías y las doctrinas acerca del plan o propósito de DIOS para el ser humano, y todas ellas apuntas hacia dos caminos, Si haces todo lo correcto y sigues el camino del bien, tendrás vida, de lo contrario te encuentras con la muerte, bueno esta bien, ese es el fin de la existencia, el final de la película, pero metámonos dentro de la trama, dentro de cada escena que compone la vida del ser humano, y acá vuelve a salir la pasión.
Si pensamos que hizo Jesús por nosotros cuando estuvo acá en la tierra, podríamos enumerar todos sus milagros, todas sus hazañas, todas sus enseñanzas y todo su sufrimiento, pero vamos un poco mas dentro de Jesús, lo que El hizo desde la eternidad hasta el calvario, fue apasionarse por nosotros, cuando Dios Padre Creador de todo lo que existe, le dijo que El seria quien pisaría la cabeza para herir de muerte a la serpiente, pero que El Seria herido en el calcañal, EMMANUEL se apasiono, espero pacientemente el momento de su venida, lo movía un deseo profundo por vencer al maligno y rescatarnos a nosotros, quería devolvernos la pasión pura y el deseo puro de vivir para El. Jesús se apasiono por nuestra vida, así costara la de El, es así como JESÚS logro cumplir todo cuanto se le había encomendado, su pasión por nosotros es tan fuerte y su deseo tan puro que ni la muerte lo pudo retener, la piedra se movió, y El salio del sepulcro resucitado, Vivo para nosotros con mas pasión que antes, por que la misión estaba cumplida, el maligno había sido vencido y la muerta tomada por esclava, en su mano esta el poder sobre el hades y la muerte, y en su corazón nuestro corazón, y su sangre derramada como un río de vida, al que se bañe en el recibe la vida, verdadera vida, vida llena de pasión y un nuevo deseo, Agradarle a EL.

Ahora, por que nuestra pasión por El y nuestro deseo de agradarle y servirle no alcanzan en algunos momentos de la vida, ¿por que? si hemos recibido de El su Vida, Su amor, Su perdón y Su poder, dentro de nosotros se desvían la pasión y el deseo?. Como consecuencia le fallamos, lo dejamos, lo usamos, y no le damos lo mejor de nosotros. Pienso que todo esto se debe a la abstinencia, a la negación de lo que deseamos, grandes problemas que tenemos dentro de nuestra alma se mantienen allí, por que tenemos enfrentados dos deseos, como humanos nuestro deseo de hacer lo que queremos, así sea pecaminoso o atente contra la obra de Jesús en nosotros, como personas espirituales, el deseo de agradarle, de buscarle, de tenerlo dentro de nosotros, de servirle, de dejar lo malo. Pero el secreto no esta en abstenerse, la meta no es lograr controlar esos malos deseos ni esa pasión desordenada, el secreto es no desearlo mas, si, así es, yo no puedo estar pensando en agradar a Dios, por temor a equivocarme y a cometer algún “error” que traiga consigo consecuencias espirituales, y dentro de mi alma estar luchando contra algún deseo no santo, no agradable a DIOS, esos dos polos no son compatibles, es mas, se repelerán con tanta fuerza que uno de los dos deberá abandonar el campo de acción, entonces nuestra lucha por controlar y amordazar nuestros malos deseos, movidos por una pasión desordenada, debe cambiar, lo que trae la liberad del espíritu dentro de nosotros es no DESEARLO MAS, ¡a cosa difícil!, pero no imposible. ¿Como se puede dejar de desear algo que se desea? Un poco confusa la pregunta, podría ser mas confusa la respuesta, Deseando otra cosa, cambiando el deseo, no deseando mas lo que se deseaba. Y ¿que manera o que método existe para cambiar un deseo y poner en su lugar otro? Creo que la respuesta esta en el inicio de esta idea, LA PASIÓN. El motor de los deseos.

Cuando EMMANUEL llego a la tierra, dentro de Si sabemos que estaba lleno de Pasión, pero cuando nació y creció esa pasión tuvo que empezar a mover deseos dentro de Si mismo, ojo, no nos cofundamos, Jesús es y era santo, el no fue engendrado en pecado, el fue engendrado en Santidad, por lo tanto la naturaleza de Jesús esta pura de toda pasión “Mala”, ahora esa pasión trato de ser contaminada por el enemigo, pero acá esta la respuesta a todo esto, Jesús nunca deseo nada de lo que el mundo (Satanás) le ofreció, el no tuvo que cambiar sus deseos, por que no se abstuvo de Poder, Riquezas y gloria, simplemente El nunca las DESEO, que tremendo poder entender esto, Si Jesús nunca deseo nada de este mundo, su pasión seguía intacta, solo movía el Deseo de MORIR para que nosotros viviéramos. Si no se desea, lógicamente no hay necesidad de abstenerse, y sino se abstiene no hay presión, y si no hay presión, por consiguiente hay libertad. Así es como Jesús mantuvo puro su deseo movido por una pasión santa, nosotros podemos llegar a dejar de DESEAR aquello por lo que nos abstenemos, y empezar a desear lo que una nueva pasión nos mueva, la pasión por Jesús.

Ahora hay otro paso mas en esta transformación de Deseos y pasiones, algo creo vital para el éxito, y derrotar la abstinencia. Ese algo es la experiencia.

Y acá empieza la nueva vida en Cristo, es necesario Crucificar con Cristo la carne, con sus PASIONES y DESEOS, para que ya no viva yo, sino que Cristo Viva en mi. El siguiente paso para derrotar este enemigo interno es una real, poderosa y transformadora experiencia con DIOS (Padre, Hijos y espíritu Santo).

SI ya no nos abstenemos de algo, por que no lo deseamos, estaremos bajando la presión espiritual sobre nuestras fuerzas carnales, y nuestro hombre interior ira creciendo cada día mas en poder, gloria y será reanimado con una nueva PASIÓN la cual moverá un Nuevo DESEO, tener esa experiencia REAL, PODEROSA y TRANSFORMADORA.

Si vamos a la palabra encontraremos a DIOS escogiendo personas normales, con pasiones y deseos diferentes, pero hay un común denominador en estos “escogidos” la experiencia, que cambio su pasión y movió nuevos Deseos.

Desde Noe hasta Pablo, pasando por los patriarcas solitarios pero Deseosos de ver algo nuevo, Moisés El gran Tartamudo de la transformación, Los Jueces Libertadores. Los profetas uno fuertes, otros débiles, uno duros, otros sensibles, Los sacerdotes Ministradores, Algunos Reyes Llenos de gloria y poder, Los apóstoles llenos de errores, negaciones, envidias, celos. Incredulidad, pero llenos de PASIÓN por Jesús, todos ellos nos dan una lección de no abstinencia, pero si Pasión, todos encontraron la EXPERIENCIA que los transformo, esa experiencia intima, pura y a veces dolorosa, pero que quita el DESEO que no esta acorde al plan de DIOS y renueva la PASIÓN que lo moverá, hacer la OBRA DE DIOS.

Ahora después de Pablo podríamos decir que Jesús ya no necesita darle una experiencia a nadie, por que todo lo encontramos en la palabra, allí esta revelada toda la verdad de la transformación que DIOS hace en sus escogidos? La verdad la palabra es el testimonio fiel de lo que Dios ha hecho a lo largo de toda la historia de la humanidad, para salvarnos, pero también para que le conozcamos. Por eso El quiere que le conozcamos en la intimidad, en la soledad, en la amistad y en cualquier situación que vivamos, EL quiere que Sus Deseos sean los míos, El quiere que Su pasión sea la que me mueva a mi, definitivamente EL quiere que yo tenga una experiencia Real, Poderos y transformadora.

Continuara………









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viernes, 17 de agosto de 2007

EL YUGO - ¿FACIL O DIFICIL? - ¿LIVIANO O PESADO?


ENYUGADOS


En muchos lugares de la Escritura el yugo tiene connotaciones negativas, asociadas con la esclavitud y la opresión en manos de los enemigos (por ejemplo, en Gén.27:40 y Jer.30:8). Sin embargo, el yugo o el estar enyugado tiene también otro significado que nos conviene revisar con atención.


El versículo citado arriba indica que el Señor Jesús llevaba un yugo, su yugo. El Señor se compara así con un animal de carga (o de tiro) que es enyugado por su amo para prestar un servicio. El yugo es puesto sobre la cerviz del animal y es amarrado con coyundas. El animal que es puesto bajo el yugo no tiene posibilidad de moverse independientemente; no puede realizar acciones con libertad, sino que es conducido por otro hacia donde aquél quiere.


El Señor se compara con un animal enyugado que no tiene libertad para hacer lo que quiere, sino que hace la voluntad de Otro. Su condición de siervo humilde y obediente queda aquí claramente figurado. El dijo: “No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre ...” (Juan 5:19,30).


Ahora bien, estas palabras del Señor comprometen totalmente a sus discípulos, porque si él no podía moverse independientemente, ¿cuánto menos ellos? Dios corta de cuajo una raíz que pretende dar fruto en todo hijo de Dios: el de la independencia o autonomía.


El hacer nuestra voluntad y no la de Dios suele ser cosa muy usual. Muchas obras se emprenden sin preocuparse de saber si Dios está de acuerdo (a veces se omite el consultar precisamente para que Él no tenga oportunidad de mostrar su desacuerdo).


“Llevad mi yugo ...”
Pero hay aquí una palabra imperativa para quienes aman y siguen a Cristo. Él dice: “Llevad mi yugo ...”.
Ahora bien, un yugo no puede ser llevado por un solo animal, sino por dos, uno en cada extremo. En uno de ellos está el Señor, y en el otro, Él espera que estemos cada uno de nosotros, tú y yo.
No sólo Jesús no tuvo libertad de movimiento, tú tampoco la tienes, ni yo la tengo. Entonces, ¿cómo es que nos atrevemos a obrar tan libremente? ¿Cómo es que nos atrevemos a emprender tantas cosas «para Dios», las que en realidad no son para Dios sino para nosotros?
Una de las primeras cosas que debiéramos saber cuando nos convertimos al Señor es que estamos enyugados con Cristo. Fuimos libertados por Él, pero luego fuimos enyugados con Él. (Romanos 6:18). No bien habíamos sido librados de Satanás y del pecado cuando ya nos esperaba el yugo de Cristo. Desde entonces, sepámoslo o no, aceptémoslo o no, el yugo está, y en un extremo de él está el Señor mismo.


EL YUGO ROTO.
Sin embargo, es posible que muchos de nosotros hayamos echado de nosotros este santo vínculo con Cristo. Las palabras de Jeremías tal vez nos alcancen a nosotros hoy: “Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré” (Jer.2:20).
No sé cuándo ni cómo haya podido ser; tal vez fue aquella vez que decidiste separarte de tu hermano para no perdonarlo más; o tal vez cuando recriminaste a tu padre por su desamor. Tal vez fue cuando te separaste de tu esposa y adujiste mil argumentos para justificarlo; o cuando te alzaste con violencia contra aquel jefe difícil de soportar. O tal vez fue cuando te rebelaste contra las palabras del Señor que te fueron dichas por ese hermano, el más pequeño de la iglesia.
No sé cuándo ni cómo haya podido ser; pero en algún lugar de tu historia, de tu caminar con el Señor, el yugo quedó vacío en el lugar donde iba tu cerviz. Las coyundas fueron sueltas, tu cabeza recobró la libertad, y el yugo quedó tirado por ti. Pero debes de saber que el Señor todavía espera, porque sin ti Él no puede seguir avanzando contigo.
Dios no quiere ver a un discípulo de Cristo sin yugo, como no quiso ver su propio Hijo sin yugo. No te hace bien la libertad sin Cristo, o fuera de Él. Tú no sabes andar solo, no puedes usar bien la libertad con que Cristo te hizo libre. El Señor Jesús tiene para ti una senda llena de bendición, de fructificación, pero si Él no va contigo tú no llegarás a ninguna parte.
Sin estar enyugado con Cristo, tú no puedes servir a Dios.


DESDE LA JUVENTUD


“Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud” (Lam.3:27-28 a). La recriminación anterior de Jeremías encuentra en estas palabras su complemento. No sólo no hay que romper el yugo, sino que es conveniente llevarlo desde temprano. Le es bueno al hombre llevar el yugo desde su juventud.
Por supuesto que lo es. Es el yugo de Cristo, no lo olvidemos.
Cuando un buey joven es puesto bajo el yugo, normalmente es acompañado de uno más viejo, experimentado y fuerte. La inexperiencia del joven es suplida por la pericia del viejo. Sus errores no le costarán la vida, no se apartará al despeñadero, porque el buey viejo estará allí para impedirlo. Estar enyugado con Cristo es prenda de seguridad y de socorro permanente.
¿Y la libertad? La libertad es un asunto totalmente secundario. Por lo demás, la libertad de la que tanto alardea el hombre, no es verdadera libertad. No hay libertad sin Cristo.
Dios pone el yugo
“Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso” (Lam.3:28 a). Este versículo es la continuación del anterior. El yugo es impuesto por Dios; por tanto, el hombre debe sentarse solo y callar. Muchas veces el yugo trae dolor, porque la senda de Cristo es la senda de la cruz. Los mismos padecimientos que él sufrió nos esperan a la vuelta de cada esquina. (Sin duda, mucho más pequeños, pero dolorosos al fin). Entonces, la tentación de soltar las ataduras es muy grande, y a veces lo hemos hecho.
Sin embargo, el consejo de esta Palabra es sentarse solo y callar. La soledad nos hará considerar la fragilidad del hombre, y la insuficiencia de nuestros recursos para agradar a Dios; en tanto el guardar silencio delante de Dios será un acto de humillación que mostrará la aceptación del sufrimiento de la cruz, lo cual tal vez despierte Su misericordia, y mueva la mano de Dios para asistirnos.


DESCANSO PARA MI ALMA


“... Y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mat.11:29-30).
El alma del hombre no halla paz en el tráfago de los deleites, en la multitud de afanes y ocupaciones; no la halla tampoco en la tan proclamada libertad humana. El alma del hombre halla reposo cuando está sujeta a Cristo y con Cristo en todas las cosas.
Desde luego hay dolores y más de alguna herida. Pero luego de varios dolores y heridas, el yugo se hace fácil y ligera la carga. En realidad, no es que el yugo se haya ablandado o aligerado; es que el corazón está más manso y humilde, por tanto, no sufre tanto el yugo ni la carga.
¿Cuánta carga puede llevar un hombre que está enyugado con Cristo? ¿Cuán pesado puede ser el yugo que soporta un hombre que va con Cristo? La respuesta no está en lo incómodo del yugo o en el peso de la carga, sino en el corazón de quien los lleva. Si el corazón es manso y humilde no hay límite para lo que es capaz de sufrir con Cristo.
No podemos imaginar el peso que llevó el Señor. No podemos imaginar lo ingrato de su yugo. Pero para él el yugo era fácil y la carga liviana, porque era manso y humilde de corazón.
Estar enyugados con Cristo no es una opresión ni tampoco es una esclavitud. Por supuesto, en un cierto sentido lo es; pero en el mejor sentido no lo es. En el mejor sentido, somos hechos participantes de la cruz de Cristo que se lleva cada día y que da perfecto reposo al corazón.
Precisamente por eso las palabras que anteceden a este pasaje son una invitación a los agobiados: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).
Es precisamente para los agobiados la invitación a llevar el yugo de Cristo, porque con él halla descanso el alma.


LA DULCE COMUNION


Tener a Cristo en el otro extremo del yugo significa comunión permanente. No sólo le tendrás ocasionalmente, porque Él mismo ha aceptado ponerse muy cerca de ti para siempre.
Teniéndole cerca cada día podrás abrirle tu corazón, y él te hablará con su voz consoladora en cada momento.
A veces podrás decirle que estás cansado, que te ha dolido especialmente el yugo en esa jornada. Entonces Él te dirá que así mismo ocurrió con Él en los días de su carne, pero que eso pasó, y que lo tuyo pasará también en breve. Entretanto, pondrá bálsamo sobre tu cerviz y sus palabras traerán frescor a tu alma.
Cuando lo compruebes, te parecerá que nada es demasiado doloroso ni difícil si Él va contigo.
De pronto habrá una cuesta en el camino, pero antes de que tú tengas que esforzarte para subir, Él tirará de ti y te llevará casi en vilo. En otro momento, verás a tu lado un hondo precipicio que amenaza con arrastrarte; entonces verás cuán fuerte es el Señor a tu lado, cuán firme es su caminar y qué seguro es su yugo. Sabrás que mientras estés unido a él, ninguna amenaza podrá
dañarte.


EL FRUTO DE ESTAR ENYUGADO


El carácter más dulce, la personalidad más equilibrada, el hombre más perfecto que ha pisado la tierra –el Señor Jesús– fue un Hombre enyugado. Y precisamente la dulzura, el equilibrio y la perfección suyas tienen mucho que ver con el yugo que llevaba.
Tal vez tú te has estado quejando, y te has cansado de caminar con Cristo así. Por favor, ten en cuenta esto: Si tú quieres ser como tu Maestro, no debes quejarte, porque la mayor parte del peso lo lleva Él.
Tal vez tú tiraste el yugo hace rato, y el Señor espera por ti. Si es así, debes retomar el lugar que has dejado vacante. Y cuanto antes lo hagas, mejor. Porque en esto, como en todas las cosas que tienen valor eterno, no hay tiempo que perder.
Mañana mirarás hacia atrás y verás la recompensa de esta decisión que haces hoy. Y entonces dirás:
— Gracias, Señor, por haberme concedido el honor de enyugarme contigo.