viernes, 31 de agosto de 2007

CAMINO A LA EXPERIENCIA.




Llegar a tener una experiencia con DIOS no puede ser en si mismo lo único que nos mueva a buscarle, por que no estamos “en busca del tesoro perdido”, ni mucho menos buscando “la dimensión desconocida”, el desear tener un encuentro con DIOS va mas allá de la simple experiencia, estamos en busca de lo único que nos va a dar la satisfacción plena de llegar a DIOS mismo, ¿que es eso que buscamos?, la respuesta esta en tu corazón, por lo menos en el mió, hay algo que salta y dice Quiero encontrar a DIOS y nunca mas dejarle, Jesús el Cristo, por que Jesús hay muchos, pero Cristo solo uno, MI salvador JESUCRISTO, a El sea la gloria, la honra y el honor por lo siglos de los siglos, perdón por el pequeño desvió, pero no puedo pensar en DIOS y no adorar y alabar a quien me permitió volver al Padre, este JESÚS estando aca en la tierra declaro abiertamente que el tenia un propósito definido para con nosotros y que El lo cumpliría a cabalidad, y así lo hizo, Uds. me van a perdonar pero no puedo pasar por alto esto que voy a escribir y los voy a poner a leer Biblia, pero allí están las pistas, los rastros de pan que DIOS nos dejo en el camino para que lo encontráramos.


JESÚS hablando con el padre le dijo:

Joh 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
Joh 17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
Joh 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Joh 17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
Joh 17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.
Joh 17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.
Joh 17:7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti;
Joh 17:8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Joh 17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,
Joh 17:10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.
Joh 17:11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Joh 17:12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
Joh 17:13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.
Joh 17:14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Joh 17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
Joh 17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Joh 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Joh 17:18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Joh 17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Joh 17:20 Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos,
Joh 17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Joh 17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.
Joh 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.
Joh 17:24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Joh 17:25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
Joh 17:26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

No podemos dejar de pensar que es lo que JESÚS le estaba pidiendo al padre, a primera vista salta la idea que JESÚS le estaba pidiendo a DIOS que se hiciera cargo de nosotros ya que el estaba de partida, había llegado la hora de regresar a casa, JESÚS anhelaba regresar para estar al lado del PADRE, pero antes tenia que pasar por la única “Terminal” construida para ese viaje interplanetario, interestelar, ¡oh que aventura¡ podría pensar alguno, el problema no esta en el viaje, ni en el destino, lo que nos tenemos que detener a ver es el vehiculo por el que debía pasar JESÚS para hacer el viaje de regreso, LA CRUZ, Jesús sabia que no era muy largo el viaje de regreso al Padre, el sabia que al llegar allí, PAPA lo estaría esperando con los brazos abiertos y Su TRONO CELESTIAL estaria listo a SU diestra, ¡pero la CRUZ! amigos, ese vehiculo era muy incomodo, muy doloroso, y sobre todo muy “matador”, no habían asientos reclinables, no había aire acondicionado, no tenia vista panorámica del universo y lo peor de todo; solo tenia espacio para una persona, (Espero que se estén imaginando la escena de CRISTO en la cruz) si este vehiculo que llevaba esperando miles de años para ser estrenado, estaba destinado para que JESÚS subiese en el, y Mi CRISTO estaba dispuesto a viajar en el. Pero en esta oración de JESÚS que leímos anteriormente no hay petición alguna de cambio de planes, ni de cambio de vehiculo; lo único que JESÚS le pide al PADRE es que NOSOTROS LE CONOZCAMOS, ahora podemos empezar a entender cual es el objetivo primario que JESÚS debía alcanzar mientras estuvo acá en este mundo, que le conozcamos a ellos, por consiguiente, que conozcamos SU REINO, y en este momento nos deberíamos detener a pensar, si JESÚS hizo este viaje, para darnos a conocer al PADRE y que llegásemos a ser UNO con EL, así como JESÚS es UNO con su PADRE, ¿cual debe ser nuestro verdadero y principal anhelo al desear una experiencia con PAPA? ¡ojo¡ siempre que pensemos en esto, no debemos quitar la vista del vehiculo de regreso, por que si JESÚS llego a la tierra en una “Nave” muy cómoda y tibia, nuestra mirada debe estar en el “único” vehiculo que abrió la ruta de regreso para nosotros, es por esto que, para que nosotros podamos llegar a donde PAPA, indefectiblemente debemos ir a la “Terminal” al CALVARIO, GÓLGOTA, ¡pero un momento!, no vamos a encontrar ninguna “nave” disponible, ¡claro que no!, la única que había ya fue usada y créanme no se necesita otra de esas, por que no hay otro ser en el universo que pueda soportar pasar por allí, entonces ¿en que vamos a viajar a la presencia del PADRE?, muy fácil; miremos alrededor de donde estuvo la “nave”(CRUZ), es mas, miremos un poco mas abajo, ¿que vemos?, parece que es un rastro, como si la “nave” (CRUZ) hubiera dejado unas marcas, pero esas marcas son rojas, es una delicada y profunda línea color ROJO CARMESÍ, parece sangre, ¡SI es sangre¡; allí esta el rastro, allí esta la ruta para ir donde el PADRE, la SANGRE DE CRISTO es ahora nuestra vía de salida, el dejo la “Terminal” vacía, y dejo los tiquetes pagos, ahora para ir donde el PADRE y tener una experiencia con EL, obligatoriamente tenemos que pasar por allá, y estando en el CALVARIO, nos tendremos que “untar” la sangre de CRISTO que es el pasaporte y tiquete para ir al PADRE.

Gracias a este sacrificio se nos abrió la puerta, se nos mostró la ruta para que todos, léanme bien, todos, regresemos a casa, y en la oración de JESÚS podemos entender claramente que eso es lo que EL desea, que seamos uno con EL, así como JESÚS es uno con su PADRE, que tengamos la vida eterna, y esta no es otra sino conocerle, ¿saben porque?, cuando logramos llegar a la presencia de DIOS, y experimentamos Su presencia, cuando tenemos una experiencia REAL, RADICAL y TRANSFORMADORA con DIOS, no hay ruta de vuelta, no hay manera de regresar a lo mismo, ya no se puede ser igual, -eso fue algo que se me olvido contarles- cuando les hablaba de la ruta que Jesús abrió para ir al Padre, no dejo ruta de regreso, su sangre la borro, la desapareció y no dejo mapa, bueno, para unos podrá ser fatal esta idea, porque ¿si me aburro allá?, ¿sino puedo hacer lo que yo quiero?, ¿si no estoy dispuesto a abandonar lo que “tengo” acá?, te lo digo de una vez y clarito, si no estas dispuesto a dejarlo todo, óye bien, dejarlo todo, no vayas mejor, -por que otro detallito que se me paso por alto – no puedo estar pendiente de todo – es que en la Terminal no hay espacio para “MALETAS”, no se puede llevar equipaje, porque a donde vamos no necesitamos llevar nada, solo nosotros, es por esto que no hay ruta de escape, no hay camino de regreso, el que quiere llegar al PADRE tiene que estar dispuesto a quedarse allí para siempre, dejar de ser, y pasar a ser quien DIOS quiera que sea. Jesús nos dejo una pequeña idea sobre esto, el dijo “El que quiera ganar la vida, la perderá, pero el que pierda la vida por su causa, la ganara”.

Entonces, para que maletas, para que equipaje, para que regalos, para que “DONUTS”, no amigos, para ir al PADRE no necesitamos nada, dejemos todo en la “TERMINAL CALVARIO – GÓLGOTA” allí es donde debemos vaciarnos y despojarnos de lo que no nos deja elevarnos a nuestra casa, ¡la presencia de DIOS!, y estando allí en “CASA” les aseguro sin temor a equivocarme, que encontraremos todo lo que necesitemos, allí tenemos posición, allí tenemos reconocimiento, allí tenemos posesiones, allí tenemos “COSAS” para lo que nos gusta tener cosas, pero lo que mas tenemos y lo que mas deberíamos desear tener es: SU PRESENCIA, SUS MANOS, SU ROSTRO, SU BOCA, SUS OÍDOS, SU CORAZÓN. Si tenemos a DIOS les aseguro lo tenemos todo.

Es un camino no apto para débiles, no apto para cardiacos, aquellos que sufren del corazón y lo dejan en donde mejor se sienten, es un viaje sin retorno, pero con un final lleno de todo lo bueno que Ud. se pueda imaginar, es un camino no apto para indecisos, no es apto para inconstantes, cuando empezamos a transitar esta vía hacia la experiencia con DIOS, no hay tiempo de mirar atrás, no hay espacio para las dudas, no hay nada mas que pueda llenar el corazón, lo único que queda es lo que hay al frente, créanme; al principio adelante no se vera nada, todo parecerá vació, oscuro y frió, pero cuando se sostiene el paso, cuando se hace un esfuerzo por llegar, cuando se demuestra valentía y osadía, ¡ahhh mis amigos!, lo que se siente es indescriptible, no hay palabras en el diccionario de la real academia de la lengua española, inglesa, francesa, china, japonesa o la que sea, para poder describir lo que es sentir la MISMA PRECENSIA DE DIOS, es algo que estremece el cuerpo, el alma y el espíritu, sentir que uno esta próximo a DIOS, hace que todo cambie, toda nuestra vida entera cambia cuando sabemos que estamos por llegar a EL.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante la ilustración de la forma como opera el proceso de Salvación, a manera de un viaje, como realmente lo es, pues es un viaje al país de la eternidad, cuya capital es la Jerusalem Dorada, para donde está todo previamente pagado, como dices, con tiquete incluído, pero pienso que hay una circunstancia que debe tenerse en cuenta y se trata de la visa de ingreso, la cual está referida a los requisitos que deben tenerse para ingresar, pues no podemos olvidar que nada inmundo podrá ingresar allí (Ap. 21:27) de manera que es necesario examinar a cada uno de los viajeros en relación con su disposición personal, pues cualquier defecto impedirá que se le otorgue la visa de ingreso (1 Cor.6:9-10), porque es posible que muchos lleguen a la terminal, pero está determinado que deberá pasar por el proceso de visado, el cual corresponde a aquel escenificado en la fiesta de bodas, donde se halló a un invitado que no tenía el vestido adecuado (Mt. 22:12-14)